Hay negocios normales y negocios con alma. Analcai es del segundo tipo. Un negocio que crea arte, para envolver el arte. Un ideal moral, una filosofía espiritual y refinada de exaltación de lo sensible y lo bello que estimula a que la forma de entender el arte a través de un marco comience por el hecho de proteger al cuadro, y más allá, como parte y frontera entre lo real y lo onírico. Además, por supuesto, de realzar y contribuir a que el arte sea aún más arte. Porque, como dijo Van Gogh, “sé que un cuadro está terminado cuando lo veo enmarcado”. |